miércoles, 20 de julio de 2011

Tarde de invierno

Tarde de invierno.

      Respiré de manera abrupta, sobresaltado… (La lluvia tamborileaba el cristal de manera tranquila y burlona) ¿Un sueño?, ¿una canción? (El corazón latía asustado… como si huyese del pecho).
La habitación sucumbió ante la luz del rayo… el cielo rugía pero; ¿yo?, yo pensaba en otra cosa.

         Ensimismado miraba la lámpara que se regocijaba de mi cara extrañada mientras se balanceaba en el techo… (Suspiré), bostecé.

              Quince minutos más en la cama… peleándome con las sábanas, que no querían que abandonase mi reposo… me rasqué la barriga (Creo que he engordado…), arrugué el entrecejo, me miro al espejo (Menudo aspecto, colega), me empapo la cara con agua (Creo que así no soluciono nada). Me meto en la ducha, ¡y de repente! Un flash, ahí estaba todo luz una figura oscura… que vino… y se fue…. Acabas tu ducha, mientras te secas posas para el espejo, lees de paso una etiqueta de champú… la lluvia sigue cantando tras el cristal…
     
  Piensas: menudo día aburrido… Monotonía de lluvia tras los cristales, diría Lorca.

     Me visto, (te vistes) y en ese momento… lo sientes más cerca es un olor familiar, como ya olvidado… algo que en tu mente quedó sepultado y de repente florece… como caminar y que alguien pase a tu lado y el viento te traiga su fragancia.

    Sientes un vacío en el estómago (soledad en el pecho).
 
   Desayuno… cereales con leche, apartas al gato amo y señor de tu silla, un rayo atraviesa con su luz la ventana…. Escuchas el aullido del viento, sientes estremecer las ramas de los árboles…. No sabes por qué… pero, de repente quieres salir fuera. Quiero salir fuera, te pones una cazadora, me pongo una gorra… salgo a la lluvia… Ella, previsora amaina un poco para pasar a un agradable chispeo… que parece saludarte al oír el “click” de cerrar la cerradura de la puerta…

      ¿No hay algo que te llama?, no lo sabes aun… pero caminas… con ojos curiosos y mirada perdida; una señora, enfadada con un buzón atascado… un hombre cuyo frágil paraguas dobló el orgulloso viento sus varillas… una niña… pasa a tu lado, es especial, se lo notas en su mirada, te agachas, me pongo a su altura.

-¡Hola, pequeña damisela!

-Hola, señor (Dice con una sonrisa, notas que le faltan las paletas)

-Entonces… me agacho y le susurro algo al oído, ella suelta una risita de complicidad, sabes que es especial… Te despides de ella.

    Palabras que trae el viento… hojas que se arrastran sinuosas en la acera… te traen una memoria olvidada… el corazón se acelera (¿Pero… quién era ella?), una imagen de unos sensuales labios te asalta desprevenido... Caminas divagando, perdido… y cuando te quieres dar cuenta… ¿Qué parte es esta del barrio?, echas un vistazo… a tu alrededor, ¿una biblioteca?
La lluvia amaina, el sol aparece tímido, desperezándose.

-Buenos días –dices al despreocupado bibliotecario (de mirada rápida y burlona sonrisa… sus ojos eran divertidos, las gafas los hacían parecer cómicamente grandes)

-Muy buenas – dice mientras se gira tras ordenar unos libros con aspecto herrumbroso- ¡oh!- Exclama- ¡Usted!, ya nos dijeron que llegarías… por favor pase, pase… le dejaron en la sala 10/2 lo que ELLA sabía que querrías…
-¿Perdón?- Respondo
- ¡No sea tímido! – dice tras una sonora carcajada, mientras te empuja a unas escaleras - ¡Vamos, vamos joven!, suba dos pisos y gire a la izquierda.

Subes… desconfiado, (un familiar olor, atrapado en tu cerebro te sacude), cae una perla salada por tu mejilla. Los sentimientos te golpean se apuñalan y agolpan en tu pecho… ¿Qué es esto?, no sabes qué hacer te sientes dominado por demasiadas emociones, sigues caminando… inconsciente:

¿Qué te insta a seguir?, entonces… la recuerdas: Su perfume, su mirada, su sonrisa, sus abrazos y sus besos, su presencia, sus caricias y sus tiernas palabras susurradas... Te emociona (Pensaba que ya la habías perdido… pero nunca se fue), corres hacia la puerta… la abres y de repente. Nada… vacío… caes... y caes… ¿Era tan solo un…?

Respiraste de manera abrupta… sobresaltado… (La lluvia tamborileaba el cristal de manera tranquila y burlona)… ¿Un sueño?, ¿una canción?... (El corazón latía asustado… como si huyese del pecho).


Tarde de invierno.

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¿Qué ocurre cuando una persona te cuenta… que ha soñado contigo, cuando tú has soñado con ella?... Sintonizado a la vez un mismo sueño para dos personas que sueñan… lo que no se atreven a contar

(Shinoflow – Abrazos de cristal)

image source: http://musicandphotography.deviantart.com/art/looking-out-the-window-149331828?q=boost%3Apopular%20winter%20window&qo=26

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