miércoles, 20 de julio de 2011

Café para dos.

Café para dos.

      Entré en la cafetería,  un lindo lugar con acogedora esencia. El delicioso aroma a café plagaba mis sentidos, me senté con aire indiferente fundido con el rutinario ruido del concurrido local, mi expresión divertida y despistada debía ser simpática pues hice sonreír a la pequeña niña de coletas rubias que estaba enfrente (entonces fue cuando…).

      Pese a que el local era luminoso en mi mesa junto a la sal y el azúcar había una zona de luz más brillante, una pequeña mota (que me hizo recordar tu sonrisa…).

     Es curioso pero pese a la pequeña carta, no sabía que elegir… todo tipo de cafés poblaban la “exclusiva” selección del local, la agitadísima camarera parecía no percatarse del nuevo y distraído cliente (me recordó que no podía casi ni respirar…), lo cual me dio tiempo sobrado a elegir bien mi adquisición del negro y preciado líquido.

-Café bombón: Su… dulce sabor y azucarado aroma realmente me atraía pero… (me hizo recordar lo dulce de tus labios…)

-Café cortado: Su mezcolanza y equilibrio me hacía reconfortar y saber que todo iría bien (me recordó a tus palabras de consuelo, que tan tiernas susurrabas a mi oído…)

-Café al anís: Era curioso como dos sabores tan distantes eran capaces de congeniar perfectamente para dar un sabor completamente nuevo (me recordó a como tu mirada entendía la mía… y como las palabras realmente sobraban tantas veces entre nosotros)

-Café con leche: Era divertido su cambio de color, de ese negro intenso a ese marrón oscuro y su dulzor sin exceder le daba un toque bastante especial (me hizo recordar… tu  pelo al contacto con el sol…de color tan puro que podía brillar)

-Café solo con/sin hielo: El olor penetrante y su amargo sabor, eran únicos (y recordé… la amargura de cómo te fuiste, el dolor de las lágrimas que gasté y las noches tan oscuras en las que me perdí)

¡Era tan difícil decidir! (saber con qué quedarme) que parecía que el tiempo se detuviese (como cada vez que te sentía llegar y te veía…), era demasiado complicado saber la decisión correcta, la elección en ese momento (porque todas son tan súbitas y arriesgadas que…) que simplemente…

-Caballero, perdone.
Una voz me sacó de mi ensimismamiento

-¿Ha elegido ya el pedido en la carta?
(El olor de la gente, el olor del local, el recuerdo de tus cabellos, el recuerdo de tus labios, el recuerdo de tu sonrisa, me trajo de nuevo una voz que ya olvidé hace mucho a mis recuerdos)

-¿Ha elegido ya, señor?- repitió con ternura la camarera
La miré de nuevo, y con los ojos perdidos en lo más profundo de mi memoria (en lo más profundo y doloroso de mi ser), hice una amplia sonrisa (que lloraba por dentro…) y despegué mis labios para decir

-Sí póngame un café solo… mejor con hielo (que sea frío)... mejor póngame dos. (Sí… dame café para dos…) 


Image Source: http://yulkaunlike.deviantart.com/art/coffe-163243893?q=boost%3Apopular%20Coffe&qo=146

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