viernes, 22 de julio de 2011

Poderoso luchador, valiente caballero



17/08/09

Tan pocos años… y cuánto has cambiado…
Ahora te miras al espejo, irreconocible, te palpas la cara llena de heridas que te hicieron fuerte… ya no te hace falta apoyarte en el pasado sino que sólo miras el ahora, el presente, de lo malo sacaste lo mejor, ni muro insalvable ni enemigo no encontrado ya te caíste suficientes veces para ver  tus errores y de quien te engaña, a no mantenerte nunca en el extremo y a adaptarte a la circunstancia.

Ahora sabes, qué sentimientos traicionan…sabes de la falsa sonrisa… de la falsa esperanza… desgastaste tus labios de tanto besar, de tanto aprovechar ese instante, ese suspiro, ese segundo… Ahora eres ente de luz sólo reconocible a los ojos amigos, tus ojos están cansados pero recuperaron aquella chispa de antaño aquello que hacía que captaras cualquier instante mágico, nada escapa a tu experimentada retina.

Ahora… encorvado, por el peso de la responsabilidad, y de la experiencia, tratas de borrar la ignorancia de no sólo recibir sino también dar… capaz de no disfrutar de los materiales efímeros, pero sí de los efímeros momentos que es escapan en bruma…
Ahora… En tu cabeza ya no cabrá nunca más el: “Y si hubiera…”, no hay hueco para la vergüenza pasada, ni hay errores, sólo lecciones aprendidas, metas alcanzadas, vidas conocidas.

Ahora que ves tus viejas y nudosas manos, comprendes las palabras de toda persona que te aconsejó, comprendes el esfuerzo de tu familia, de tus padres en llegar donde llegaron, en darte lo que ellos te han dado y el dolor de romper la crisálida para ser lo que eres.

Ahora tus pies… cansados, dentro de esas raídas botas… sabes que han sido fieles nunca te fallaron en el sprint a tu primera cita, en el terror de la última, en el miedo de la noche y mucho menos cuando corrías a tu meta ya… tan cerca.

Tu curtida cara, tu morena tez, tu machacada espalda, tus optimistas manos y tus veloces pies… lo dicen todo, no hay más que verte. Es a ti, eres tú el amigo incansable, eres tú el amado amante, eres tú parte de esa feliz familia… La persona que luchó por sí y venció por los demás…. Es en este momento cuando sabes que lo hecho, hecho está y miras con bella virtud el presente porque sabes que aunque vuelvas a caer te vas a levantar, sabes que te puedes agarrar en la mano amiga para salvarte de la oscuridad. En este momento en el que brillas con luz propia cuando se apagó la que te prestaron…. Sabes y no sin razón que aún te queda mucho por lo que sentir, por lo que vivir y morir, por amanecer, por luchar a la caza de una sonrisa, por la paz que ahora te acompaña.



Eres tú, mi soñador favorito al que te dedico estas palabras
Quiero que sepas que siempre hay un ángel que te aguarda…

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