Contigo, amor, entre plumas...
A ti bien debidas, pagadas con
gracia innata.
Divina por obra de Dios.
Contigo, amor, juego de sutilezas,
de sombras crepusculares inciertas,
nosotros entre todos...
y el mundo para nosotros dos.
El aroma cotidiano, de sonrisas
entre café y vida descafeinada.
El tacto de tus besos, entre sorbos dulces,
electrizantes, enigmáticos, registrados en la piel.
Miradas inventadas por ambos
que trae la brisa junto a tu nombre,
junto a tu ser, desnudo, tocado por la luz.
Y aun callada, tu corazón tan noble
Y aun desgarrada, tu paso tan firme
Y aun tan tuya, digna te (me) compartes.
Tus ojos tan llenos de mar,
los míos tan llenos de arena.
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